Su historia
La historia del tren anglo-vasco-navarro
comienza en 1882 con la concesión del proyecto a los hermanos Herrán,
que consiguieron la autorización para iniciar el trazado que enlazaría
Durango con Estella. Debido a la falta de liquidez por la renuncia de
los ayuntamientos afectados a aportar dinero, cuatro años después, se
constituyó con capital inglés The Anglo Vasco Navarro Railway Company
Limited.
Las obras del 'anglo', que se referían
al tramo Vitoria-Durango, comenzaron el 20 de enero de 1887 y el
13 de febrero de 1888 se inaugura el tramo Vitoria-Salinas de Léniz.
La quiebra de la empresa hizo que las
tres diputaciones (Álava, Guipúzcoa y Navarra) unieron sus fuerzas en
1892 y lograron que se reanudaran los trabajos. De esta forma en 1914 se
revitalizan las obras, inaugurándose lel tramo hasta Escoriaza en 1915,
a Mondragón en febrero de 1916 y por fin el 3 de septiembre de
1918 se llega a Bergara
.
En 1919 comienzan las obras del tramo
Vitoria-Estella que opera por primera vez el 21 de Septiembre de 1927,
aunque no se inaugura hasta dos años después. Este ferrocarril tiene
tracción eléctrica, un sistema novedoso para la época que no se aplicará
a otras líneas hasta el año 1938. Durante estos primeros años, se
convierte en la estrella de los ferrocarriles explotados por el Estado,
debido a la aplicación de "nuevas" tecnologías y a su dotación técnica.
Años después, en 1948, la vasco-navarra
añade un tramo que unió Andollu con el Santuario de Estíbaliz. En la
década de los 50 la competencia del transporte por carretera, que se
empezó a desarrollar en aquella fecha, apartó poco a poco al
ferrocarril, suprimiéndose las subvenciones estatales en 1965, por lo
que el Vasco-Navarro entró en una rápida decadencia.
Pese a que se intentó modernizar la
línea en 1960 con la adquisición de nuevo material móvil el enorme
déficit (hasta 23 millones de pesetas, en 1965, cuando diez años antes
no llegaba a los 5 millones), llevó a la clausura definitiva de la línea
el 1 de enero de 1968.
En la actualidad se conservan numerosos
túneles entre Landa y Salinas de Léniz y se han reconvertido parte de
las vías en caminos verdes para su disfrute en bicicleta o a pie. Son
especialmente recomendables las rutas Vitoria-Landa y Vitoria-Estíbaliz
que se realizan en la ruta del Noreste (Ruta del
Vasco-Navarro).