Crónica de Agencia Ele
Noche aciaga, en cuanto a asistencia, la del 30-M donde a menos veinte
por el fiel y puntual reloj del pabellón sólo estaban 3 jugadores,
fallaron hasta los abrepistas. Durante el calentamiento impresionantes
ejercicios del portero patadino Katana consistentes en estar alrededor
de 5 minutos tripa arriba buscando las cámaras de vigilancia, si
señor!!! con dos cojones.
Poco después aparecieron dos nuevos jugadores y la noche comenzó con un
mundialito entre DVD-Cuper vs. Iñiguez-Antuan. Cuando solamente habían
roto a sudar apareció Robe y un murmullo recorrió la grada cuando, ante
la sorpresa general, no jugó y se puso a leer el Marca.
A la directiva rojilla todo esto le olía mal, tras lo ocurrido durante
la semana, y los rumores se confirmaron cuando aceptó formar parte del
equipo azzuro en un 3x3 a media cancha.
Con una superioridad técnica innegable el trío Iñiguez-Antuan-Transfuguez
se colocó rápidamente con un 8-4 a su favor donde destacó una
maravillosa vaselina, con consiguiente penetración en las mallas del
portero, de Iñiguez a Katana.
Pero la noche deparó una nueva sorpresa, de repente...así ...sin más va
y aparece Lazarini y el partido paso a ser un 4 para 3 en el que el
nuevo fichaje del Patadon ayudó a igualar el encuentro y después
voltearlo hasta una ventaja de 14-11.
Ante la nueva perspectiva de partido el equipo rojillo se relajo y los
azulinos dieron el estirón y consiguieron llegar a la altura de los
rojillos sobre la bocina.
Todo estaba abocado a la prórroga, pactada a dos goles, y en la primera
jugada el Steagua consiguió un bello gol tras un claro 2 para 1. Los
muchachos del Patadón estaban entre la espada y la pared, y en una
jugada por banda Iñiguez realizó una de sus memorables entradas a 7 ras
al tobillo de Cuper dando este al menos dos vueltas de campana, pero
antes despejó el balón concediéndose un saque de banda que se sacó
rápidamente y tras una bella pared se consiguió el empate a 15.
Con las fuerzas muy justas ambos contendientes dieron las tablas por el
mejor resultado y se retiraron a vestuarios.
Informo Samarruga de la Punta desde el Aldave Arena
para la Agencia Ele
Crónica de vitoriatoday
El último partido de Marzo, rompió los registros de asistencia que
durante todo el mes se habían mantenido y presagiando la llegada del
pirolero abril, marcó, con 7 contendientes, el número de participantes
más bajo en muchas semanas. No, no es este un reproche a aquellos que se
escudan en excusas del tipo " es que tengo hipo", "es que estoy
cansado", "es que mi novia me pega", o "es que me he lastimado un dedo
del pie".
Está claro que 7 con ilusión, ganas, competitividad y técnica, pueden
disputar un partidazo como el jugado el Martes, con golazos de todos los
tipos, paradones de toda índole y jugadones que quedarán en el recuerdo.
Sin embargo, consultando con el doctor Sánchez Ocaña, ha quedado claro
que estos partidos no son nada buenos para la salud y que un cochinillo
con patatas fritas, buen vino, café, patxarán y puro, es bastante más
sano que el partido del 30M.
El partido comenzó con la inesperada vendetta de Robe, que tras negar
cualquier tipo de traspaso en el FOROfo, no dudó un instante en darse el
cambiazo de zamarra y colocarse el azulado peto Steauense. Este shock
inicial supuso que los Patadinos tardaran en meterse en el partido,
recibiendo 2 goles como tres soles en los primeros instantes de partido,
uno de ellos de excepcional chilena por medio del "vendido".
Pero el Patadón no se quedó parado y recurrió a los despachos para
incorporar a un cuarto hombre, Lazarinni, que dio seguridad y empaque a
los rojillos, hasta el punto de equilibrar y remontar el partido tras
una larga serie de empates y desempates.
El buen hacer de Deivid, los taconcitos de Cuper y la seguridad de
Lazarinni, junto con la siempre equilibrada pero también odiosa
actuación porteril de Katana, mantuvo a los rojillos al frente en el
marcador, pese a las embestidas de Robe, que chocaban una vez tras otra
con el cancerbero Esternino. El relevo de los derrotes lo cogió Iñiguez,
con idéntico resultado en la mayoría de los lances, la misma suerte que
corría Antuan en cada uno de sus intentos.
Sin embargo, en un último arrebato de los azulados, Iñiguez consiguió
empatar el partido y posteriormente poner por delante al Steaua, en lo
que parecía el definitivo envite. Pero ete aquí, que los rojillos no
tiraron la toalla y siguieron erre que erre hasta conseguir el empate
final que satisfizo a ambos equipos y cerró una inolvidable noche de
fútbol, goles y daba comienzo a una semana de agujetas.
Parte médico: Los
siete componentes acabaron con evidentes signos de extenuación,
haciéndose necesario el uso de la bombona de oxígeno.