Pese a la falta de algunos de los
habituales miembros al partido, ya sea por rencor (caso de los que
acudieron la semana pasada al partido y se encontraron con que les
habían vendido) o sea por vagantería (a ese que dice que le duele la
uña...), se celebró un "disputado" partido que dejó detalles de calidad.
El marcador refleja la diferencia real que
hubo en el campo, con un equipo que quería jugar la pelota y disfrutaba
del buen fútbol y otro equipo que utilizó todo tipo de argucias,
empujones, patadas, descalificaciones etc...
Por el bando local destacó Lazarinni con
tres goles, uno de ellos de magnífica ejecución lanzándose cual felino
al suelo para enlazar un efecto infernal casi sin ángulo que daba con la
pelota en las redes de la portería. Sin embargo el Steaua no se
amilanó y enlazo una serie de pases que generalmente acababan dentro de
la meta contraria. Fue entonces cuando el Patadón al esternón, haciendo
gala de su nombre, empezó a llevar el partido a donde más cómodos se
sienten, es decir, al juego argentino, (brillando con luz propia Antuan)
que sin embargo no tuvo el efecto deseado.
Mención aparte merecen el trabajo, los
desmarques y goles del delantero Pipa y el debut con muy bien pie, del
extracomunitario proveniente de Castilla Iñiguez, que mostró sobre el
campo su enorme calidad y esbelta figura. Habrá que alegrarse por el
regreso a los campos de fútbol de Borjez, tras dos lesiones. Dejamos sin
calificar la labor de O Bruxo y de Robe por ser dos profesionales que se
ganan la vida los fines de semana pegando patadas al balón.
Esperemos que la próxima semana esté algo
más concurrida la convocatoria...