Nota del autor: La foto no está
trucada. El de abajo a la izquierda es realmente Alfredo. Si, ya sé que
nunca había venido, que casi no sabe jugar al futbol, que ya sólo tiene
ojos para la playstation, pero debido a un corte de luz en su casa no
tuvo más güevos que venir a jugar.
Crónica de vitoriatoday
Pocas veces un torneo de
Navidad (que no Navidul) puede dar más de sí que el del ya histórico
2003. Emoción, buen fútbol, calidad, entrega... un cocktail explosivo
que no podía deparar otro resultado que no fuese el de un partidazo por
todo lo alto.
La ocasión no podía ser más
propicia: 9 jugadores y Rifi buscando sitio para aparcar. Además
Txarlyns preveía su llegada en la segunda parte por un problema con el
puente aéreo. Aquello prometía un típico 5 versus 5 que, con 2 horas de
partido por delante, ponía los pelos de punta al más envalentonado.
Sin embargo la cosa empezó
mal. Al realizar el saque desde el centro del campo Gus caía gravemente
lesionado, con un tirón en la zona flexopenil (vulgarmente conocida como
ingle) que echaba por tierra las ilusiones de la víctima y también del
Steaua, al verse afrontando el resto del partido (1 hora, 59 minutos y
59 segundos) con un hombre menos.
Así pues, un Steaua
envalentonado y con un "Pelanas" Alfred con más ganas que calidad,
comenzó el partido arrasando y consiguiendo de forma consecutiva dos
goles por mediación de Robe que ponían más al rojo el encuentro tras el
cruce de declaraciones prepartido que se produjo entre el jugador
Steauense y el paratodo Katana.
La ventaja inicial fue
mantenida por el equipo azulado durante casi todo el partido, oscilando
la misma entre uno u dos goles arriba. Todo acontecía dentro de la
lógica de todo partido, goles, paradas, espectáculo, entradas a la
pelota, entradas al tobillo... pero llegada la primera media hora del
encuentro se produjo un hecho que quedará grabado en la memoria de los
participantes de la contienda.
Antecedentes: Disputa de balón en el medio del campo,
con los respectivos equipos nadando y guardando la ropa. De repente se
produce un rebote y la bola queda muerta en tierra de nadie. Y cuando
digo nadie es NADIE.
Protagonistas: Cuando la pelota se queda en tierra de
NADIE, casi siempre hay dos jugadores (iba a poner cabestros, pero igual
alguno se ofendía...), que piensan que la pelota no es de NADIE, sino
suya. Por si alguien no sabe aún de quien se trata... obviamente son el
Toro Antuan y el Ñu Onubensino.
Lo acaecido: Ambos contendientes se
hallaban a unos cinco metros de la pelota y, como posesos, comenzaron a
correr simultáneamente hacia ella. En la carrera de cada uno, además de
la cara de becerros, se oían bufidos propios de animales cuadrúpedos.
Como no podía ser de otra forma, llegaron a la vez al balón, no con otra
intención que la de reventar cada uno el balón en el larguero de la
portería contraria.
La verdad es que realmente
no sé como se produjo el choque, porque me tapé los ojos ya que esas
cosas me dan un cierto repelús, pero lo siguiente que vi fue el balón
que salió
perpendicular
a la carrera de los dos y dando vueltas medio abollado sin orientación
ninguna. Por supuesto los dos protagonistas siguieron andando como si
nada hubiera pasado, incluso a alguno se le oyó silbar durante un
ratillo. Para el que no pudo verlo, una imagen vale más que mil
palabras.
El resto de crónica del
partido es más parecida a la de cualquier crónica semanal. Sin embargo,
varios hechos sobresalieron por encima del resto. Por ejemplo, el golazo
de Antuan, aún convaleciente, que se regateó a todos los Patadinos y
acabó la jugada con un sutil toque de interior que batió a Katana, para
regocijo de los Sabemalinos que acudieron a festejar el gol con el fondo
aceitunero.
Posteriormente, se produjo
la segunda nota necrológica del día, cuando (de nuevo) Antuan, al ir a
despejar un balon que parecía franco, atinó con el balón.... pero
también con el talón de Aquiles de Amiguez, acabándose por lo
tanto precipitadamente el año balompédico para este último.
Durante los 45 minutos que
restaban, el Steaua intentó mantener los dos goles de renta que llevaba,
pero a falta de cinco minutos para el final vio como, tras un error
garrafal del nervioso portero Pelanas Alfred, perdía definitivamente la
ventaja adquirida y se ponía con un gol por debajo en el marcador. Esta
remontada del Patadón fue fruto de las imposibles paradas de Katana, de
la técnica y control de Deivid, de la capacidad defensiva del Onubense y
de la colaboración continuada de Rifi y Txarlyns.
Pero como diría Valdano:
"La magia del fútbol estriba en la yuxtaposición incontrolada de los
factores humanosensoriales", lo que en cristiano significa "hasta el
rabo todo es toro" o "el partido dura hasta que se apagan las luces". Y
fue entonces cuando refugiaron las figuras de Steaua, con un Ibi
pletórico en la lucha, la entrega, el desmarque y la definición, con un
Antuan omnipresente y goleador, un Alfred que sorprendió a todos con su
nuevo disparo de la grulla y un Robe en plena disputa con Katana.
Fruto de esta conjunción se
fraguaron los dos goles finales, conseguidos por Robe tras error
Patadino y Antuan tras gran jugada Sabemalina, que dieron en triunfo
final al equipo azulado que se alzaba por primera vez con el Torneo de
Navidad.
Queda para la última semana
del año el torneo Nochevieja, que se espera sea tan luchado como el de
Navidul.
Parte médico:
Gus: Tirón en la zona flexopenil o flexopitilinar
Amiguez: Fuerte patadón en el tendón de Aquiles