El observador imparcial que
examine las diferentes crónicas concluirá con toda la razón del mundo
que falta la crónica de la semana anterior... PUES NO!!, gracias a algún
piltrafilla no se pudo disputar el partido por falta de terreno de
juego. Desde aquí no queremos entorpecer la investigación en curso para
dirimir la culpabilidad del coordinador del centro cívico o del
despistado alquilapabellones de turno.
Así pues, tras la escasa
participación acaecida HACE DOS SEMANAS y tras el cruce de declaraciones
que hubo a lo largo de la semana en diferentes medios de comunicación,
el partido se presentaba calentito.
Con nueve jugadores sobre
el rectángulo de juego se inició el partido, con el debut de Deivid
Junior
en la portería Patadina y la reaparición de Txarlins, el Onubense y
Nando ( esta vez sin el Kaiser de las pirámides). La ausencia de
Lazarinni al principio del partido por un problema con la
cremallera del pantalón declinó el comienzo del lado Patadino, que en un
abrir y cerrar de ojos se vio con un 4-0 en el marcador que presagiaba
una abultada y cómoda victoria.
Sin embargo, tras media
hora de lucha con la cremallera, Lazarinni se puso el traje de faena y
su llegada no pudo ser más productiva para los Steauenses, que
rectificaron la debacle inicial hasta ponerse con un 5-4 a su favor. El
Steaua seguía poniendo el juego y las ocasiones, pero apareció el
debutante Deivid Jr. que con una retahíla de intervenciones imposibles
dejo boquiabiertos a propios y extraños, convirtiéndose de esa forma
probablemente en la revelación de la temporada.
El Patadón al Esternón,
viendo la superioridad del contrario decidió pedir un tiempo muerto
para corregir posiciones, cambiar de táctica y para que Deivid se bajara
a por la botella de oxigeno. A partir de ese momento todo cambió y
pese al espejismo del 6-4 conseguido por el Steaua, el Patadón se hizo
dueño y señor del partido para, en cuatro zarpazos consecutivos, lograr
la tan ansiada victoria, corroborada con el postrero gol del Onubense.
En sala de prensa lo más
comentado fueron las intervenciones del
debutante,
pero no quedó sin ser comentada la estética mostrada por Rifi, exprimido
cual chorizo en su nueva equipación romana. Y es que, ya lo dijo el
sabio; "Aunque no sepas jugar al fútbol, por lo menos no aparentes ser
un patán" (Arquímedes).
El MVP del partido
correspondió, sin ninguna duda, a Deivid Junior. Desde estas líneas se
le anima a que se apunte al curso de corte y confección que oferta el
ayuntamiento en el Europa los martes de 10 a 11, a ver si de esta forma
se ve algún gol más en próximos partidos.
Por el Steaua destacar la
profesionalidad y saber estar de Aitron y el ensañamiento que partido
tras partido demuestra Antuan cada vez que Txarlins coge la pelota.
Comentable también el último paradón a tiro de Deivid que realizó
Lazarinni, jugándose la tan temida triada en el codo.