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FRENOS: Las zapatas se van gastando por lo que tendrás que ir tensando los frenos. Para ello, dispones de unos tensores roscados en cada una de las salidas de los mandos del freno en el manillar. Girando estos tensores al contrario de las agujas del reloj acercas más las zapatas a la llanta por lo que la bici frenará con más fuerza. |
De la misma forma que antes de salir de viaje, es recomendable revisar el estado del coche, conviene realizar una completa revisión de los puntos principales de la bicicleta antes de realizar cualquiera de las rutas que te proponemos. Estos puntos a controlar son el estado de las cubiertas, de las ruedas, frenos, sistema de iluminación (en caso de circular de noche) y holguras de los diferentes rodamientos (dirección, bujes...). Así pues, antes de salir controla: - Cierres de rueda, que deben estar correctamente apretados. Especialmente cuando hayas transportado la bici desmontando las ruedas. - Presión de las ruedas. Te recomendamos que las regules según el itinerario que vayas a seguir. Unas ruedas muy infladas en carretera te permitirán rodar con menos rozamiento pero en caminos bacheados pueden provocar pérdida de adherencia y transmitir todos los baches al manillar. Sin embargo, con unas ruedas poco infladas aumenta el riesgo de reventón al impacto con una piedra y tendrás que realizar más esfuerzo. - Tensión de los frenos y desgaste de zapatas o tacos. Comprueba que la rueda gira libremente sin rozar con las zapatas de freno. En caso de que toque puede ser porque la rueda esté descentrada o haya recibido un golpe. Intenta centrarla soltando los cierres rápidos o si ha recibido un golpe tendrás que arreglarlo tensando o destensando los radios con una llave especial. Cada cuatro o cinco salidas te recomendamos que realices unos controles más específicos como pueden ser: - Revisar el estado de las cubiertas por si tuviesen algún corte o desgaste excesivo en la zona de rodadura. - Ajuste de los cambios, según la información que encontrarás en la sección CAMBIOS. - Apretar los tornillos más importantes, como las fijaciones del sillín, manillar, bielas y frenos. - Comprobar la holgura de los principales rodamientos: bujes de las ruedas, dirección, pedalier, pedales... sabiendo que no tienen que tener holgura ni ir agarrotados. - Estado del cuadro: pintura, fisuras, golpes, especialmente en las zonas donde está soldado.
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CAMBIOS: Periódicamente debes comprobar los cambios, ya que pueden empezar a desincronizarse, saltando la cadena de un piñón a otro sin que tu intervengas. Para volver a ajustarlos, sigue los siguientes pasos: -Sitúa la cadena en la corona más pequeña. Con la rueda pequeña en el aire, a la vez que pedaleas acciona el mando del cambio para que haga subir una corona. Si no lo hace fácilmente, acciona el tensor roscado (que se encuentra al final del cable que lleva al cambio) hacia la izquierda, de forma que te cueste menos y cambie enseguida. Si te has pasado te darás cuenta porque le costará volver al piñón pequeño, con lo que tendrás que girar el tensor hacia la derecha un poco. Comprueba ahora que la cadena pasa por todas las coronas. El cambio tiene además dos tornillos que sirven para ajustar el tope del cambio tanto por arriba como por abajo. Si se te suele salir la cadena por cualquiera de los dos lados, tendrás que ajustar el tope con uno de los dos tornillos, según por donde se salga. |
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LIMPIEZA: Es importante que mantengas la bicicleta limpia y en buenas condiciones de uso. Para limpiarla te recomendamos que utilices agua y jabón. Lo mejor es que después de cada salida y antes de ir a casa te pases por una gasolinera que tengan mangueras de agua a presión y le des un buen repaso, teniendo cuidado de no arrancar las pegatinas de la bici. |
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ENGRASE: Después de la limpieza debes engrasar la bici para que no se oxiden las partes más importantes de la misma. Para ello debes aplicar la cantidad justa de grasa o aceite. Un exceso puede acarrear que la suciedad se quede pegada. Recomendamos que utilices aceite, ya que al ser menos viscoso, penetra mejor en los rodamientos y no acumula la suciedad. Engrasa la cadena, a la vez que pedaleas con la mano para que se distribuya correctamente. Echa aceite también en las articulaciones del cambio trasero y desviador (cambio delantero). No te olvides de lo pedales automáticos y los bujes de ambas ruedas.
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