Santo y seña del madridismo

Diecinueve años en el Real Madrid (demasiados para cosa buena), y 11 de ellos en la élite del fútbol mundial ( que coño hizo por el futbol mundial????? ah si, tocar los huevos de Valderrama), le dan derecho a ocupar una parcela en la historia de nuestro Club (teniendo en cuenta el club, nos podemos hacer una idea de lo q pasa en la Galaxia Meregue). Discutido por unos pocos (que dentro de poco seremos más!!!!!), alabado por la mayoría, Míchel vivió el fútbol y su madridismo con una enorme intensidad ( y sino q se lo pregunten Guti cuando se le caía el jabón), y eso que cuando llegó al Real Madrid, recién cumplidos 13 años, por su mente no pasaba otro pensamiento que el de divertirse jugando al fútbol (eso es lo q tu te piensas golosón...)Sin embargo, sus grandes cualidades futbolísticas, su elegancia en el juego y su mágico toque de balón (no será de huevos???)le fueron impulsando a lo más alto de la élite mundial hasta convertirse en santo y seña de gran parte del madridismo, con un historial jalonado de éxitos( yo si q te voy a jalonar una hostia imbécil!!!).

El fútbol en los genes

José Miguel González Martín del Campo, “Míchel”, nació el 23 de marzo de 1963, en Madrid (En una de las habituales excursiones nocturnas de su padre a la casa de campo de la Capital del reino). Era el tercer hijo –tras María José y María Dolores( por qué no le llamaron María Michel???)- del matrimonio compuesto por doña Pepita (pulgarcita) Martín del Campo y don Miguel González. El padre, apodado “El manzana” ("Txirri" para los amigos de los niños/as), linotipista (si, si ... su padre lo q limpiaba era "sables")de la empresa Hauser y Menet, deseaba, fervientemente, un vástago (bastardo) que siguiese la tradición futbolística familiar (su abuelo era un buen conocedor del tema ya q se benefiaba a la mujer de Díaz Vega en sus ratos libre....). Y en eso llegó Míchel ( de carambola total.... una mañana se despertaron y una señora de color se acercó a la puerta diciendo: " son 50 reales" y así comenzó la vida del bastardín Michel) que, a la postre, cumplió en abundancia sus sueños.

Don Miguel tuvo que abandonar la práctica del fútbol (GRACIAS dIOS MIO POR HABER SIDO TAN BENÉVOLO!!) estando en la mejor edad para un futbolista –27 años (Ese Txirri... mentirosillo hasta el final!!! jo, que tio!!!)-, y con una importantísima oferta del Córdoba en la mano (En la mano no sabemos que es lo q tenía, peero lo que sí podemos decir es que en su culo ya había más de diez agujeros). Un par de días ante de incorporarse al conjunto andaluz, sufrió un accidente de automóvil que le retiró de los terrenos de juego. Su amor por el fútbol (ya ya a él lo q le gusta es la truchaaaaaaa) le llevó a emprender una carrera de entrenador, que le llevaría a dirigir a numerosos equipos de la zona central de España (La pregunta consiste en ¿cuántos añitos tenían los niños/as a los q entrenaba?). El joven Míchel, entusiasta seguidor de su padre, aprendió el fútbol desde muy temprana edad. Siempre iba por los campos vestido con la indumentaria del equipo (Traje de marinerito y abertura en la parte posterior por si el hambre aprieta)al que entrenaba su progenitor.

Míchel aprendió de primera mano y de viva voz los consejos de muchos profesionales, secretos, anécdotas, éxitos y desengaños ( O´sea que le llevó de putis Gays por Chuecas, q enrolladico era su viejo). Lecciones de primera mano. Esas enseñanzas, unidas a sus cualidades innatas, hicieron que pronto destacase sobre los jugadores de su edad ( Y es que había que verle como corría detrás de los culitos de los otros niños... un fenómeno un monstruo!!!). Míchel es la estrella del equipo en los colegios en los que estudia. Con diez años ingresa en su primer equipo “serio”, el Rayo de Los Angeles (Prefiero no hacer comentarios sobre lo de los rayitos y tal...), ubicado en la barriada de Madrid en la que vive, la Ciudad de los Angeles.

Con 12 años recibe sus primeras ofertas importantes. Una del Rayo Vallecano y otra del Atlético de Madrid (Bueno... vale... la tercera era del Murcia pero esa no cuenta porque era para un club de carretera....). Pero es aquí cuando don Miguel (Txirri), su padre, “descubre” la “perla” que tiene en casa (Le costó encontrarla pero después de mucho profundizar y cavar lo logró). Padre e hijo comentan el asunto y rechazan ambas ofertas, a pesar de que el cabeza de familia era seguidor rojiblanco y, además, había jugado en dicho club. Pero ambos valoraron la forma en la que trabajaban las canteras los equipos de Madrid y decidieron ofrecerse al Real Madrid ( Hola, me llamo Michel y soy Japonés), donde estaba de coordinador de las categorías inferiores Basilio del Pozo, quien años atrás había sido entrenador del padre de Míchel en el Aranjuez. Cuando en el Madrid le probaron, quedaron perplejos y maravillados ante las cualidades del joven ( Y es que meterse una botella de Coca-cola de 2 litros por el ano no lo hace todo el mundo....).

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